BECA «RICHARD-STRAUSS», PARA COMPOSITORES Y DIRECTORES DE TALENTO




... y para celebrarlo invité a mis compañeras y compañeros del Colegio Español de Santiago Apóstol (Residencia en la que pasé una fase de un año y siete meses de los seis años en total que pasé en Múnich). La ocasión lo merecía. Era la primera vez que me daban una beca en mi vida, y esta vez incluso sin solicitarla. El Richard Strauss Konservatorium de Múnich presenta cada Curso una terna de estudiantes por orden de preferencia al gobierno de Baviera y consideraron que yo era la persona merecedora de tal Galardón, que supuso un gran estímulo para mi autoestima. Y además una gratísima sorpresa por parte del Conservatorio, pues no me avisaron de lo que pretendían, sino que se limitaron a informarme de que tal hecho ya se había producido. Desde entonces una de mis máximas que transmito a mis alumnos es: «Nadie está más justamente cualificado para valorar lo que tú haces sino aquel que al menos ha hecho lo mismo que tú». No se trata de una cuestión de vanidad sino de justicia, pero ¿hay de verdad muchos a los que les importe esto? Y qué más da; las cosas son sencillamente como son y punto, y la lógica en este sentido es implacablemente aplastante. Nunca hay que temer las críticas de otros que saben muchísimo más que tú, todavía menos cuando estas son constructivas. Pero claro, ¿a quién no le enorgullece ser al fin valorado por los que verdaderamente les corresponde hacerlo?